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OKR PERSONALES: El camino hacia la felicidad

OKR es el marco de trabajo que permite conectar de manera efectiva la estrategia de una organización con las prioridades de la ejecución, consiguiendo de este modo convertir en una realidad los objetivos más ambiciosos. En una época en que asistimos a grandes cambios y disrupciones, la metodología OKR (Objetivos y Resultados Clave) está revolucionando la forma en la que las organizaciones definen sus objetivos porque ofrece una mayor adaptabilidad a los cambios de contexto que las que ofrecían las metodologías tradicionales.

Enfoque Metodológico de los OKR

Los OKR ofrecen una visión global de los objetivos de la organización. El primer paso de su implantación consiste en definir un número reducido de objetivos que sinteticen las prioridades del negocio. Estos objetivos tienen una función inspiradora porque transmiten un mensaje claro a todos los colaboradores respecto a aquello que es prioritario.

Como complemento de cada uno de estos objetivos es necesario fijar un máximo de tres métricas o resultados clave que permitan medir el progreso que se va consiguiendo. A diferencia de lo que ocurre con los objetivos, en el caso de los resultados clave es necesario que el indicador seleccionado exprese de manera objetiva e inequívoca las necesidades que se pretende satisfacer y el estado actual de la organización en cada momento.

Las iniciativas componen el último de los elementos de este modelo, pero no por ello son menos importantes. Todo lo contrario. Se trata del conjunto de acciones que, una vez implantadas, nos permitirá avanzar para alcanzar nuestros objetivos.

OKR

Orígen de los OKR

A lo largo de la última década, la mayoría de las grandes compañías han trabajado bajo el paraguas de los OKR para mejorar el desempeño tanto de los equipos como de las personas, consiguiendo de este modo una clara mejora de los resultados de toda la organización.

La década de los OKR

La idea de los OKR empezó a tomar forma durante la década de los años 90, cuando Andy Grove describió los principios fundamentales y estableció el marco de trabajo. El impacto que consiguió en Intel y posteriormente en otras compañías tecnológicas popularizó el modelo hasta el punto de que, hoy en día, podemos encontrar ejemplos de su aplicación en todos los sectores de actividad. Pero su aplicación no se limita al ámbito empresarial. Del mismo modo que los OKR se sustentan en el propósito de la organización entendido como referente principal para la consecución de los cualesquiera que sean los objetivos, en el ámbito personal también podemos aplicar este modelo seleccionando en este caso objetivos individuales se sustenten en los valores, objetivos o las aspiraciones de cada persona.

OKR Personales y la búsqueda de la Felicidad

Podemos definir la felicidad como la emoción o el estado de ánimo que experimenta cualquier persona cuando llega a un momento de bienestar o cuando ha alcanzado unas metas deseadas. En consecuencia, parece razonable pensar que una buena definición de los OKR personales puede contribuir de manera positiva a la felicidad o al bienestar personal máxime en un contexto como el actual de alta incertidumbre.

Para aprovechar todo el potencial que nos ofrecen los OKR personales debemos tener en cuenta que el éxito es un concepto multidimensional. Es por ello por lo que un buen diseño de los OKR debe combinar algunos objetivos del ámbito profesional, con otros objetivos del entorno personal, familiar… Como ocurre en tantos aspectos de la vida, también aquí, el equilibrio es la clave del éxito.

Cómo establecer OKR Personales

Una vez se han seleccionado tanto los objetivos como las métricas de seguimiento, es necesario cuantificar el resultado que se desea conseguir para cada una de ellas. En este apartado se aconseja combinar objetivos ambiciosos y retadores que en algunos casos ya anticipamos que con toda probabilidad no se alcanzarán plenamente con aquellos que son más asequibles y deberían alcanzarse en su totalidad:

  • Resultados asequibles o compromisos: Son objetivos que aspiran a conseguir algo más de lo que tenemos en este momento, pero sin necesidad de transformar radicalmente nuestro modo de hacer las cosas en este momento.
  • Retos: Los objetivos claramente aspiracionales conocidos también como “moonshots” representan metas extremadamente ambiciosas que difícilmente se pueden alcanzar pero que cambian sustancialmente la manera de hacer las cosas.

Con este enfoque, ajustando el nivel de ambición para cada uno de los OKR, se consigue asignar una prioridad o jerarquía a la ejecución de iniciativas. Lógicamente, cuanto más ambiciosos sean los objetivos, mayor dedicación requerirán.

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métricas clave

Beneficios de la Metodología

la selección de unos OKR personales que combinen diferentes enfoques y diferentes niveles de ambición será de gran ayuda para poner el foco sobre aquello que realmente importa y para dedicar el tiempo a aquellas acciones que merecen nuestra atención. De entre los beneficios de esta metodología podemos destacar los siguientes:

  • Visibilidad y foco sobre aquello que es importante.
  • Asignación de prioridades a aquello que realmente contribuye a nuestros objetivos.
  • Enfoque holístico a lo largo del proceso de definición de objetivos.
  • Orientación al impacto.

OKR y rutinas de ejecución

La definición de los OKR Personales es un ejercicio sencillo que se consigue con un poco de práctica. Lo que supone un verdadero reto es alcanzarlos. Solo para aportar algunos datos al respecto, existen estudios que revelan que, en un 80% de los casos, los buenos propósitos de inicio de año no llegan a mantenerse más allá del primer mes. 

El único modo de conseguir aplicar el modelo de manera sostenible y alcanzar los resultados ansiados pasa por instaurar una serie de rutinas que, con el tiempo, se consoliden. En su esencia, se trata de desarrollar nuevos hábitos orientados a poner foco en aquello que realmente importa eliminando progresivamente distracciones que consumen una gran cantidad de tiempo y energías sin generar beneficio alguno más allá que la gratificación momentánea.

Aprender, Desaprender y Evolucionar: El secreto de una mentalidad Ágil

La persistencia en la ejecución y la disciplina en el respeto de las rutinas establecidas es la clave para conseguir los resultados esperados. Ambas son precisamente cualidades que no abundan. Tenemos una facilidad abrumadora para proponernos nuevas iniciativas que nunca se llegan a ejecutar. En este sentido, no podemos obviar que hay también una serie de errores que se repiten de manera generalizada cuando se empieza a utilizar este modelo en el ámbito personal:

  • Asumir que la simple definición de los OKR ya es suficiente para su consecución.
  • Definir OKR pensando en las urgencias que deben tratarse en este momento particular.
  • Detallar objetivos ambiguos o resultados clave cualitativos, difíciles de medir.
  • Confundir OKR con proyectos o acciones específicas

Por todo ello, es importante entender que el gran beneficio de la metodología es la introducción de nuevos hábitos personales en la forma de enfocar los objetivos personales. El progreso incremental, semana a semana, evaluando continuamente los avances conseguidos es fundamental para que se hagan realidad los objetivos a final de año.

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